sábado, 30 de noviembre de 2013

Cuento de Brujas

Retomo el blog después de este pequeño lapso temporal... Pido disculpas por haberlo mantenido tan abandonado estos meses, pero me he trasladado de ciudad, he empezado nuevos estudios, y entre una cosa y otra en lo que menos pensé ha sido en el blog. Sé que tampoco era la reina de las actualizaciones ni mucho menos, pero...
Chorradas personales aparte: publico mi texto del taller de escritura de literautas del mes de octubre, y en unos días publicaré el de este mes, y puede que escriba algo más por aquí si me lo permiten y no me siguen cargando de lecturas y trabajos... 



Decidió visitar a la bruja esa misma noche. De una u otra forma, Alba iba a descansar esa noche. No deseaba nada más, tan solo descansar. Poder dormir una noche plácidamente, sin sobresaltos ni pesadillas. Sin revivir aquel sueño que, intuía, se repetía tan pronto cerraba los ojos. Y digo intuía porque al despertar no recordaba nada más que dos ojos que, como dos llamas, la miraban hambrientos, a punto de saltar sobre ella de un momento a otro. Y también aquel susurro que la rodeaba, como mil voces en una, o una voz de mil años: