Relato escrito para el taller de escritura nº 9 de la página Literautas
Me giré al escuchar sus pasos, pero a mi espalda no había nadie. “Imaginaciones mías”, supuse, y proseguí con mi huída. Tenía que aprovechar para salir del pueblo esa noche, antes de que terminase la celebración de San Juan. Por suerte toda la gente estaba en las hogueras en la plaza mayor y pude internarme en el bosque sin llamar la atención. Recorrí el mismo camino de siempre, aquel que llevaba a la pequeña cascada. Allí me vería con Alberto y escaparíamos hacia Portugal, donde íbamos a empezar una nueva vida lejos de toda obligación. Pude observar a lo lejos unas pequeñas luces, y a mi mente llegaron ecos de antiguas leyendas que me contaba mi difunta abuela.