Abro los ojos pero no veo
nada, tan sólo oscuridad. Intento moverme, pero mi cuerpo no me
responde. Intento gritar, pero el sonido queda ahogado en algún
resquicio de mi garganta. Tras comprobar que es inútil, trato de
recordar qué me ha llevado hasta allí. No lo consigo, pero a cambio
me llevo un fuerte dolor de cabeza. Noto las gotas de sangre
deslizarse por mi sien y mi mejilla, hasta terminar de perderse en
este vacío.
Veo el mar, es de noche,
creo... Sí que lo es. La luna brilla, alta, rodeada de estrellas.
Pero a mi lado hay una inusitada claridad... Escucho un cántico a lo
lejos.
Salgo de mi pequeño
sueño, ese mismo dolor agudo ha vuelto a mi cabeza. ¿Acabo de
recordar algo o tan sólo lo he imaginado?
Intento sentarme, pero
algo evita que me pueda incorporar. ¿Dónde estaré? Me vuelvo a
tumbar mirando hacia arriba, y de pronto distingo una pequeña luz.
¿Una? ¡Si cada vez hay más! Cuando me doy cuenta estoy otra vez en
la playa, extasiada con el olor a salitre. Veo el mar completamente
negro, las olas impasibles rompiendo contra las rocas, me llama...
Alguien me empuja por la espalda, y antes de que reaccione me pone un
saco de esparto en la cabeza.
Vuelvo a escuchar el
cántico de antes, ahora rodeándome. Es una voz anciana,
nauseabunda, cargada de rencor y de muerte a la que responde el resto
del tumulto, como una oración.
Parece que me ataron de
brazos y piernas con una tosca cuerda. Me corta la circulación, y no
sé si me habrá hecho sangre... Sigo conservando el saco que me
impide la visión, pero tras unos cuantos movimientos bruscos de
cuello consigo que caiga. Tengo los ojos cerrados, algo en mi
interior me impide abrirlos.
El cántico se hace más
fuerte, con ciertos dejes de locura en las notas. Alguien acaba de un tambor y acompaña a la extraña voz. No puedo evitarlo, mi
curiosidad es demasiado grande, necesito mirar...
Me rodean un gran grupo
de mujeres de todas las edades. Según poso mi vista en ellas caen de
rodillas, como fulminadas. Es una situación extraña, sobre todo
teniendo en cuenta de que estoy atada a un enorme poste rodeada de
leña seca. ¿Me van a sacrificar? Eso parece. Me van a sacrificar. A
mí, a Nadie hija de Nada que ha cometido el imperdonable pecado de
No Lo Recuerdo.
Vuelvo a escuchar un
rumor, cada vez más alto, que nace en las mujeres que me rodean.
Otra vez la anciana vuelve a tomar la rienda de las oraciones con sus
cánticos. Miro hacia donde proviene esa voz. Esa repugnante voz
anciana proviene de una pequeña niña de unos cinco años, con una
graciosa cara enmarcada por miles de tirabuzones que se mueven con el
viento. De ese angelical ser que parece aún comienza a vivir
proviene esa horripilante voz envidiada por cualquier habitante de
las criptas.
Prosigue el ritual. El
tambor deja de sonar, pero todavía se escucha esa voz que sostiene
una nota. Mientras canta esa infernal sílaba la niña prende fuego a
la hoguera, en cuatro salientes presumiblemente colocados como los
puntos cardinales. Es como si nunca se fuese a quedar sin aire.
Poco a poco esa nota se
va apagando mientras el fuego se extiende, lento pero inexorable. A mi
alrededor todo estalla en cánticos, resuenan los tambores, las
mujeres dan rienda suelta a sus impulsos más
primarios, es embriagador...
Para mí el tiempo de
sentir miedo ha pasado. En el fuego, devastador y portador de muerte
para vosotros, yo veo esperanza, veo la luz de la vida. Veo tantas
cosas, tantas verdades, tanto conocimiento...
Cierro los ojos
tranquila, como una niña acurrucada en el seno de su madre, con la
confianza de quien se vuelve a alzar de entre sus cenizas...
¡Buenas Aradlith!
ResponderEliminarDespués de un prolongado tiempo de ausencia, aquí estoy de nuevo. Mil excusas por no haber podido seguir con más asiduidad tus relatos, pero bueno... más vale tarde que nunca.
Acabo de leer el Ave Fénix y ¡madre mía! Parece un texto de Lovecraft contado no por uno de sus protagonistas "humanos", sino precisamente por el antagonista. Tienes un ritmo muy ágil a la hora de describir todo el proceso de la quema hasta su consecuencia y la atmósfera que desprende es angustiosa. La historia, aunque cortita, está contada con muy buena mano. Una vez más, me quito el sombrero que no tengo.
¡Enhorabuena por él y nos vemos pronto!
PD: Por cierto, en lo sucesivo, iré leyéndote como suelo hacer en los blogs: desde la entrada más antigua hasta la más nueva. Es algo que hago porque me gusta descubrir la evolución de los escritores hasta el día de hoy para poder aprender yo también. ¡Un abrazo!
Me alegra que te haya gustado el relato :D Como curiosidad, me he dado cuenta de que cada persona que lo lee lo interpreta de una manera distinta... Hay quien lo ve como un budista que cree en la reencarnación, otros que piensan que se vuelve loca antes de morir... Es la primera vez que escribo algo tan abierto, y me encanta ver como la gente que lo lee le da vida ^^
EliminarUN saludo, y nos leemos.