El olor de la madera quemada inunda la
noche, el humo apenas permite ver las estrellas. Bailo alrededor del
fuego, junto con la gente de mi alrededor. Cierro los ojos, salto, y
empiezo a dar vueltas. Giro cada vez más y más rápido, y siento
como mi alma abandona mi cuerpo por unos instantes. Es el frenesí
del fuego, una combinación de todos los elementos que forman esta
situación que nos hace volver a nuestros instintos animales. Me
siento conectada con mis antepasados, con el primer ser humano, y
también con los futuros pobladores de Tierra. Soy uno con los
animales, con las plantas y con los árboles, me embriaga tanta
sabiduría. Qué pena olvidarlo un momento después...
Me muevo al son del tambor, pero mi
ropa me molesta. Me quito el vestido mientras sigo bailando, ya
completamente libre. El sudor recorre mi cuerpo brillando cada gota
con el fulgor de mil hogueras.
Silva un viento frío que convierte las
hogueras en simples cúmulos de brasas: Él está aquí. Sale de
entre los árboles a cuatro patas, con su orgulloso porte, lento,
recorriendo con su mirada lasciva nuestros cuerpos. Según camina, a
veces parece una cabra negra, robusta, y otras un hermoso gorila de
ébano. Llega a su trono, y las hogueras vuelven a recuperar su
vigor. Él ahora tiene forma de hombre, con el pecho al descubierto y
la melena, larga, le tapa los pezones. Parpadeo, y es una mujer.
Ha vuelto a empezar el sonido de los
tambores, y yo vuelvo a bailar. Igual que antes giro y salto, me
contorsiono, poseída por el frenesí popular. Apenas me doy cuenta
de los grupos fornicando en el suelo, y ellos parece que tampoco
perciben los pisotones. De pronto, él me sujeta mientras bailo,
lanzándome contra el suelo, y yo acepto el honor gustosamente.
La luna hace ya rato que ha
desaparecido del firmamento, los primeros rallos de sol asoman por el
horizonte. Es hora de volver a mis tareas cotidianas, junto con mi
marido, mientras espero pacientemente la venida de mi hijo.
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¡Me ha encantado! Me gusta como escribes y como transcurre el relato. La verdad es que la noche de las hogueras tiene algo muy ancestral y primitivo, aunque para muchos suponga fiesta y quema de libros/apuntes.
ResponderEliminarGracias ^^. Y por lo que dices de que para la gente sólo supone fiesta y quema de libros, yo lo veo como que las cosas no han cambiado nada. Mucho avance, mucha tecnología, pero al final siempre acabamos cayendo en rituales. ¿Qué es esa quema si no una forma de avanzar? Representa el dejar atrás el año, es como una preparación para el siguiente. Aunque muchos lo hagan por costumbre, al final el sentido es ese.
EliminarLo especial de esta fiesta es eso, que yo, personalmente, la veo tal cual como debió ser siempre. Pudo haber tenido otros nombres, pero seguro que no ha habido apenas diferencia. Tendré que investigar...
¡Saludos!