Sábado, 15 de febrero, 21.30. A esa hora entraba con mi pareja en el teatro, después de cenar apurados para que nos diese tiempo a llegar. Faltaba solo media hora para que empezase el espectáculo. A las 21.45 abren las puertas y, tras el caos inicial, y tras molestar a unas cuantas personas, encontramos nuestras localidades y nos sentamos. Qué nervios...
21.55, una voz en off avisa de que el musical iba a empezar en 5 minutos... Gracias, pero yo ya lo sabía, no podía parar de contar los minutos.
22.05 por fin apagan las luces, y empieza a sonar la música. El corazón ya se me salía del pecho...
Una potente puesta en escena |
El resto fueron 3h de música, luces y lágrimas, una oda a la inmortal obra de Victor Hugo. Nada mejor que la música para expresar el mundo interior de cada personaje, ¿no creeis?
En el aspecto técnico, me pareció precioso. Una muy cuidada combinación de luces y coreografía que te trasladaba a una época pasada desde una perspectiva muy romántica. Y mi pareja disfrutó como un enano al ver que utilizaban realidad aumentada. Los trajes eran magníficos, se veían muy acorde a su tiempo, y cumplían la función de reflejar el paso del tiempo a través de las distintas modas.
Y en el término interpretativo, Jean Valjean y Javert estuvieron impecables, para mi gusto fueron unos actores muy bien elegidos, conseguían mostrar la intensidad de los personajes. Los Thenardier estuvieron ahí, dando el toque de humor y ligereza a la obra, impecables. Aseguraban las risas con su misma presencia. Eponine y Fantine nos hicieron estremecer con sus cortas (pero intensas) actuaciones, y el obispo de Digne exhalaba bondad con cada nota.
Pero el mejor fue Gavroche. Cuando tenga un hijo me da igual como ponga en su DNI que se llame, para mi será Gavroche, mi pequeño granuja. Un niño de la calle, que sería como su padre si no fuese por su nobleza.
El único que me ha parecido que flaqueaba un poco era Enjolras. Siempre lo ví como un hombre joven, casi un niño, muy enérgico pero también dulce y soñador. Le faltaba ese toque. Pero esto, claro, es una opinión personal.
Con "Sale el sol" se estremeció la sala entera |
Las 3h se me hicieron demasiado cortas, mi pareja y yo salimos cantando del recinto. Y ahora tengo unas ganas horribles de leerme los miserables por 3ª vez... Ojalá pueda volver a verlo algún día.
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