Voy a aprovechar este pequeño espacio para hablar del mayor cementerio nunca existente: Disfrutad su arte, sus esculturas y sus maravillosos grabados, ¡nunca podréis imitarlos!

A lo largo de los pasillos las manualidades, destrozadas por la edad y por unos pegamentos que no aguantan bien el tipo... ¡Menudas peleas se montan por saber de quién es qué!
Por último, todos los pasillos conducen al centro. Allí están los mausoleos: construcciones de arena, cabañas de madera, piedras apiladas o mis preferidas: las trincheras de salón, hechas con tres sillas y una sábana. El refugio perfecto para los rebeldes... En estos mausoleos descansa el mayor tesoro de la humanidad: aquel que te hace preguntarte por qué siempre tiene que ser la hierba verde o el mar azul. Por qué tiene que haber sólo un sol, o sólo una luna. En estos mausoleos se encuentra la imaginación infantil. Se cuenta que en la especie humana tienen un ritual, que se prolonga durante años, para arrancarla de cada persona, como un símbolo de la llegada a la madurez.
Y lo más triste es que nosostros morimos un poco con cada ocupante abandonado en ese cementerio infinito... Gracias por este homenaje a todos ellos...
ResponderEliminarUn saludito :)
Toda la razón, morimos un poco cada vez que adaptamos nuestro pensamiento a la lógica social, actuando simplemente porque "es lo que hay que hacer"...
EliminarGracias por comentar :)
Saludos!