lunes, 29 de abril de 2013

La muerte del rey

Aquí os dejo un relato corto escrito para un taller de literatura en literautas. El ejercicio consistía en escribir un relato de hasta 750 palabras basado en un cuadro de Hopper: Noctámbulos. Ya me contareis qué os parece:


Tras el intento de asesinato de la reina, al detective O'Neill se le comenzó a acumular el trabajo. Mientras se servía otro vaso de whisky barato recordó, con una irónica sonrisa, lo que había peleado hacía unos meses para conseguir ese caso. Un asesino en serie que aterroriza a toda la ciudad da mucho nombre, pensó en su día. Era su oportunidad de jubilarse del cuerpo de policía e instaurarse como detective privado.
Y esto era lo peor que le podía pasar. De todas las mujeres de la ciudad, ¿Por qué se tuvo que meter Alana de por medio? Ella siempre fue un obstáculo en su carrera. Pero la pieza de ajedrez ya está elegida. Se llevó las manos a la cabeza y apoyó los codos sobre la mesa, recordando algo con amargura.
– Mejor dejar las cosas como están, ella nunca quiso dejarse llevar por el buen camino. Solo me traía desgracias, hice bien alejándome de ella. – Dijo en un intento de apartar el pasado de su cabeza – Y al fin y al cabo no hay mal que por bien no venga. – Pensó – Al descubrir que la reina se encuentra a la izquierda del rey, el psicópata me dijo dónde se realizarán los siguientes asesinatos.
Este asesino en serie siempre dejó muy claro su forma de actuar. Desde el primer asesinato a aquella torre en la calle Camden, fue cerrando él mismo la propia veda que permitiría atraparlo. Y al colocar a su reina en el callejón al lado del Phillies, Donovan O'Neill sintió que ya casi le tenía echado el guante. Pero sabía que iba a volver a por la reina antes de culminar su crimen con el rey, la guinda de su pastel y seguramente objetivo de su masacre.
Buscó en el mapa la casilla del rey. Era la iglesia de St. George.
– Nada más apropiado que un crimen religioso para pasar a la historia – Sentenció. Salió a la comisaría a pedir vigilancia alrededor de toda la Iglesia hasta nuevo aviso.

Tras un mes de vigilar a Alana en la distancia, llegó la noche del 8 de enero, noche en la que hacía un año había empezado todo. O'Neill tenía el presentimiento de que su calma se iba a acabar. Se dirigió, como cada noche, a la calle donde vivía Alana. A los pocos minutos ella salió también, parecía ir en dirección al Phillies.

– No me puedo creer que sea tan estúpida – Se dijo O'Neill, persiguiéndola.

Poco antes de llegar al Phillies ella se dio la vuelta y lo llamó:

– Donovan – Como siempre, utilizando su nombre. Él receló, pero salió de entre las sombras.

– Alana – Respondió como saludo mientras se le acercaba– ¿Qué haces aquí? Hoy más que otros días deberías encerrarte en tu casa. ¿Acaso quieres que te maten? – Esto último se lo susurró ya a su lado.

– No sabía que te importase tanto, Donovan. Sea pues, acepto ir a tomar algo. – O'Neill, como siempre, no recordaba haberla invitado a tomar nada – Vamos aquí, al Phillies… Me trae tantos recuerdos…

– Basta, Alana. Ya te dije que no quiero nada más contigo. Vuelve a tu casa y… – Pero ella lo agarró del brazo y él se dejó llevar.

– Dos whiskys con hielo, por favor – Pidió ella, como siempre.

Al poco, O'Neill ya había cedido ante el coqueteo de Alana. Tras beber y recordar viejos tiempos, ella le rodeó el cuello y le susurró:

– Conozco un lugar en el que podemos estar solos.

Alana lo llevó a un pequeño edificio abandonado enfrente del bar. Forzó una cerradura y entraron en una casa que llevaba años sin estar habitada. Fueron directamente a la habitación. Allí ella lo besó apasionadamente, y él, con brusquedad, la arrojó sobre una polvorienta cama.

O'Neill se despertó atado a una silla, amordazado. Alana se giró hacia él sonriendo:

– Sabes que no me gusta jugar con blancas – En ese momento O'Neill resolvió el caso – Jaque Mate.

2 comentarios:

  1. Muy bueno de principio a fin; consigue transmitir muy bien esa atmósfera del cine negro de los años cuarenta y choca considerablemente que el asesino en serie sea ella; no das pie a pensar desde un principio que la autoría de los crímenes sean cometidos por Alana, desviando la atención del lector hacia otros derroteros, pero sin extralimitarte para nada.

    ¡Felicidades por el relato!

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  2. Me gustó mucho tu relato! Sabes introducir al lector en él y lo sorprendes con ese desenlace tan chulo!

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